miércoles, 1 de julio de 2009

Estaba dispuesta, estaba segura de que podia hacerlo, lo repetia una y otra vez, pero la adiccion me traicionaba algunos dias. “El Lunes empiezo, el Lunes empiezo…” Esas eran las palabras que repetia mi mente una y otra vez.
No era facil mirarme al espejo cada parte de mi cuerpo y decir mil quinientas veces “Si puedo, yo puedo, si puedo, yo puedo”. Pero no, hay que tener mucha voluntad, muchisima, y no la tube, es muy difícil levantarse y ponerse limites y mantenerse asi todo el dia. Se comienza haciendole entender a la mente, prohibiendole de hacer eso, pero como yo -debilidad pura-, fue casi imposible, es cuestion de voluntad y poder lograrlo.
Yo estaba cerca de eso, sabia las consecuencias (que eran graves, y lo sabia), pero no me importaba, el deseo de ser asi era impresionante y mi actitud era esa. Si, queria verme perfecta. Era mirarme al espejo y querer verme preciosa y delgada. Pero la lucha comenzo al hacerlo, que te obligen a comer es lo mas molesto que hay, sentirse obligada mientras uno no quiere, eso era difícil. Ocultarselo a mis viejos, mas si siempre fuiste de buen comer, de muy buen comer.
Cuando llega la adiccion no pensas mas que en “hacerlo”. En este caso me rompian las bolas. Me sentia incomoda conmigo misma, llegue a perder poco peso (eso fue lo que indico la balanza), lo cual no estaba satisfecha, me sentia culpable de no llegar a ser lo que queria, pero siempre mi mente estaba perturbada por la tentacion…me costo mucho el cambio.
Dije basta por un tiempo, siempre pense que hacer esto era una pavada; como la tipica opinión de “YO NUNCA HARIA ESO”, JA! Se acuerdan?
ME ATRAPO, y yo sin decir que no, ACEPTÉ. Y siempre pense que esto era una pelotudez, pero me pudo.

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